En la calle José Bonifacio 2001, pleno barrio de Flores, está la pizzería familiar San Antonio, donde se destaca la fugazzeta, pizza al molde con doble piso de mozzarella, una delicia artesanal.
Una familia originaria de un pueblo de Corrientes, llegó a Buenos Aires a principios de los ’80 con la idea de fundar una pizzería, a la cual bautizó con el nombre del santo del pueblo.
San Antonio es una empresa familiar, que por más de 33 años se mantiene firme en el barrio, a base de esfuerzo y humildad.
El salón es simple, más que pizzeria se lo puede llamar buffet: ambiente rústico, mantelería sencilla, paredes rosas, un lugar bien de paso donde no se fijan en los pintoresco del sitio
En San Antonio buscan que la calidad esté en sus potentes comidas y no en sus paredes, con hambre seguro no vas a salir.
El precio es acorde a la calidad del lugar y la cordialidad de la atención compensa otras carencias. La pizzería tuvo sus buenos años y pudo abrir sucursales por Moreno, Villa Luro y Miramar. Hoy, en pleno corazón de Flores, todo huele a barrio y lo modesto se vuelve su principal fortaleza. Alejada de lo que que representa una cadena de pizzerías, San Antonio se especializa en lo artesanal.
Las pizzas son muy sabrosas, pero la de fugazzeta con doble piso de queso se hace imposible de resistir. Las variedades que maneja son los más comunes pero la carta no es muy amplia. Hay pizza a la piedra y al molde y usan horno a leña.