El Barrilete nace en el año 1978 de la mano de los hermanos Navarro. Cuando Carlos queda sin trabajo, decide empezar con un emprendimiento gastronómico y le da rienda suelta a su deseo, abriendo una pizzería.
El local de esta pizzería del barrio poteño de Flores es pequeño, pero acogedor. No tiene mesas, sólo atención por mostrador y, al ingresar, el olor a pizza oficia de hechicero, dejando hambriento a todo aquel que cruce ese umbral.
La pizza en sí es un capítulo aparte. Reina de la media masa y dueña de una muzarella rabiosa, es ésa la que más se pide entre los clientes aunque la especialidad de la casa, reconoce Viviana, encargada del local hace más de 15 años, es la súper: “Es una pizza con salsa de tomate, muzarella, rodajas de tomate fresco, morrón y huevo duro. Es completísima”
¿Y qué hay de la pizza barrilete, la que lleva el nombre de la pizzería? Viviana explica que es una pizza gigante, de 16 porciones, y que ellos la preparan tradicional. Esto quiere decir que viene con 4 variedades: muzarella, muzarella con morrón, cancha (salsa de tomate, cebolla, cebolla de verde, aceitunas y morrón) y fugazza. Si se pide de esos gustos, sale $180. Si se cambia alguno de los gustos (o todos) variará el precio de acuerdo a esos cambios. “Es una genialidad porque rinde, pueden comer hasta 5 o 6 personas y, entre amigos o cualquier reunión familiar, quedás bien”, indica Viviana.
El Barilete prácticamente no descansa. Está abierto de lunes a viernes, de 19 30 a 23 30. Los sábados, se extiende hasta las 24. Los domingos, hasta las 23. El delivery es en auto “para que la pizza no se enfríe bajo ninguna circunstancia” y la elaboración es propia.