Proveniente de una pequeña localidad cercana a Milán, Italia, con ese mismo nombre, el Gorgonzola es el principal ingrediente de la “Pizza a los Cuatro Quesos”.
Llamado “stracchino” en sus orígenes, la fecha de nacimiento de este queso tan particular es incierta pero hay algunos que afirman que su producción comenzó en la época romana. La zona de fabricación del Gorgonzola es el Piamonte y la Lombardía, en la zona norte de Italia y de allí es que prende su nombre.
Y es que solo la leche de estas provincias puede ser utilizado para la producción de este queso, que cuenta con la marca de Denominación de Orígen el más alto reconocimiento de la Comunidad Europea a un producto de calidad típico de un lugar, y que lo hacen el principal producto de exportación de su tipo.
Además de la leche de la zona, al queso Gorgonzola se le agregan hongos y fermentos lácteos, lo que produce ese efecto de “enmohecido” y su saber y aroma tan particular.
En la actualidad, el queso Gorgonzola es producido por unas cuarenta queserías, que van desde pequeñas empresas familiares a grandes industrias nacionales que tardan entre 3 o 4 meses en curar el queso para su comercialización.
Hay dos tipos de queso gorgonzola: el dulce y el picante, los cuales se diferencian entre ellos por sus “venas” azul y verdes, respectivamente. El picante, es el más parecido al Queso Azul francés.
El gorgonzola es el principal ingrediente en la elaboración de la pizza a los 4 quesos, y es muy común en el norte de Italia comer la pizza de Gorgonzola y peras.