En Av. Álvarez Thomas 1321 se encuentra La Mezzetta, una pizzería archiconocida de Buenos Aires que con solo pizza al paso, se impone como uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Si bien fue fundada en 1939, el local funciona tal como está desde 1957, cuando fue la última remodelación. En ese cruce enredado de 6 esquinas (con Av. Forest y Av. Elcano), donde pasan colectivos a toda hora y la gente va y viene, Villa Ortúzar se enorgullece de tener una de las pizzerías más visitadas de la ciudad.
La Mezzetta sólo vende pizza al paso o para llevar, a penas unas mesitas altas contra la pared para comer de parado llenan el pequeño local que siempre está lleno. La gente entra, compra en la caja, le dan un vale, y lo cambia en el mostrador contiguo por una gigantesca porción de pizza. Nadie compra más de dos porciones, porque una ya es difícil de terminar.
La Fugazzeta al corte es la que más sale, y la que más se le escucha gritar al empleado de la barra, que es quien recibe los vales. Pizzas media masa y al molde, las especialidades de La Mezzetta no son muchas, pero no por eso pierden valor. Siempre hay fainá, un clásico que parece que se inventó en este lugar. Servilletas de papel de estraza, cubiertos sueltos y platitos de lata se apilan después de ser usados y el partido de turno en la única TV captando la atención de todos, son el alma máter del lugar, acompañado de sifones de soda antiguos, recuerdos de los años mozos y fileteados en las puertas. El ambiente es bien porteño, sencillo y completamente amigable, la esencia de una ciudad peculiar reflejada en sitios como estos, de manera genuina y singular.
Se hacen apróximadamente unas 200 pizzas por día, y es incontable la cantidad de gente que pasa para comer a las apuradas. Los viernes, la cola llega hasta afuera, y si bien la atención es rápida, nadie se queja por la espera.