Entre noches de desvelo y muchos sentimientos encontrados, Los Inmortales, la pizzería de la Av. Corriente, marca un ícono cultural para los porteños.
Los Inmortales es una parte más de la Avenida Corrientes; entre teatros, cines, librerías, y el obelisco de fondo, el lugar te recibe con un cuadro de Carlos Gardel con galera y bastón, en la puerta. Un escenario antiguo y místico, a donde se pueden saborear pizzas con recetas de origen italiano; un lugar que los porteños no pueden dejar de conocer.
Felipe Fiorellino y »Chiche» di Ciancia, los fundadores, pudieron reunir el sabor de la pizza, de su tierra natal, con el espíritu tanguero que se respiraba en la noche. Escritores, músicos, políticos, periodistas, dramaturgos, actores, exponentes de la vida nocturna y de la bohemia, son los que han transitado en este lugar de encuentro, muchos talentos que desde su oficio moldeaban el alma de la ciudad.
Actualmente se encuentran reflejados en sus paredes todos los próceres de nuestra cultura popular, donde al correr de los años se han ido sumando otros; devolviéndonos un ritual sumergido en la nostalgia, ya que eran ellos los que hacían de ese bastión un lugar clásico.
A través de los años, Los Inmortales ganó su espacio, un lugar para saborear sus exquisitas pizzas, que no sólo consisten en usar buenos productos sino que se caracterizan por su mano de obra bien especializada.
“Nos destacamos por la calidad de nuestras materias primas y la laburamos todo en el momento” nos comentó Claudio Reyes el encargado del establecimiento. “Las pizzas son bollos que se destacan por ser a la piedra, aunque también tenemos otros menús como pastas, muy buenas carnes, minutas, ensaladas, pero el fuerte es la pizza”.
Café de artistas
Comenzó siendo un café llamado “Copetín de Corrientes”, pero con la crisis de los años ´30, tuvieron que pensar en algo nuevo, y fue así como incorporaron la famosa pizza a la piedra.
La ocurrencia del nombre -Los Inmortales- fue de los escritores teatrales Florencio Sánchez y Evaristo Carriego. Ellos sostenían a modo de broma, que el nombre se debía a la gente que frecuentaba el lugar: poetas, dramaturgos, críticos, novelistas, músicos, pintores, periodistas y cómicos, consagrados y neófitos.
Actualmente lograron ser galardonados por el gobierno de la ciudad, y se encuentran dentro de las pizzerías de valor patrimonial de la ciudad de Buenos Aires, pero por sobre todas las cosas, son reconocidos por todos los amantes de la pizza y del café, que no es poco.