La pizzería tradicional de Nuñez cumplió 50 años haciendo las pizzas a la piedra más ricas de toda zona norte. Fundada por dos grandes futbolistas, La Guitarrita lleva al fútbol en la sangre y al Papa Francesco, entre sus fieles visitantes.
La Guitarrita está conformada por 4 grandes salones donde banderines, camisetas y cuadros de todos los clubes del mundo, cobran vida a través de sus colores. Sin embargo, tanta belleza futbolera no alcanza para distraerte: las pizzas son tan ricas que el Papa era uno de sus principales fieles antes de mudarse a Roma. Grillo, íntimo amigo de Francesco, era el maestro pizzero, y le prepara las pizzas a su gusto cuando era por entonces, el Cardenal de Buenos Aires.
“Todo el mundo viene a ver si está su cuadro en las paredes, si está su camiseta de fútbol, y si no está te traen su banderín, su remera”, dice Marcelo, el encargado del lugar, y agrega: “Y nosotros le hacemos un lugar en la pared, respetamos a todos”. Es un lugar muy familiar y es una buena excusa para explicarle a un nene lo que es el fútbol en Argentina: las paredes transpira fútbol.
René Pontoni y Mario Boyé, (el primero jugador de Boca, el otro crack de San Lorenzo), concuñados entre ellos, abren la primera Guitarrita allá por el ´63 en Blanco Encalada y Ciudad de La Paz. Desde que abrieron, el local fue destinado al éxito y era un punto de encuentro entre jugadores de fútbol, celebridades, políticos y vecinos de la zona.
Del nombre, algunos dicen que es por un tango, otros, que una vez Pontoni le preguntó a su pequeño hijo sobre cómo llamaría al lugar, y este dijo con la inocencia de un niño: “La guitarrita”. Un tiempo estuvo cerrado, y luego fue re-inaugurada por el nieto de Pontoni, junto a otro local en Las Cañitas y una franquicia en Asunción del Paraguay.
Una delicia sin comparación
Horno de barro y con leña de quebracho, las pizzas de La Guitarrita tienen un gusto y un aroma muy característico, una tradición que se viene haciendo desde los primeros días. Hay pan de ajo, pan de pizza, una fainá de tres cebollas que es una locura y vino de la casa servido en el clásico “pingüino”.
Las empanadas picantes son bien fuertes y las pizzas rellenas son imposibles de terminar inclusive por 4 personas. Hay tanques de cerveza de 750 cc. con chop de regalo y pizzas recomendadas cada vez. Atención celíacos, hay variedades sin TACC.
La Pizza Mamà (rodajas de tomate, albahaca, ajo, muzzarella, provolone y roquefort) es muy solicitada por los conocedores de la casa, y la Farineta y la Veneciana, no se quedan atrás.
Abre todos los días, y los fines de semana hay horno prendido hasta la 1,30 de la mañana. Hay delivery por la zona, y si vas viernes o sábado a la noche, no se toman reservas porque llega mucha gente. La atención es muy buena y rápida, y siempre vas a encontrar algún postre o vino recomendado.